diumenge, 3 d’octubre del 2010

Musas

- ¿Qué te pasa, amiga? Hoy pareces más triste que de costumbre.
- Déjalo, jovial Talía, no es un problema que alguien superfluo como tú pueda comprender.
- ¡Seguro que sí, mustia Melpómene! Al fin y al cabo, estamos hechas para ayudarnos mutuamente.
- Pero, ¿no lo entiendes? No puedo explicarte lo que oprime mi corazón porque tú serías incapaz de ponerte en mi sitio; al fin y al cabo, nunca te tomas nada en serio. Para ti, la vida es chanza, y nosotros títeres animados. Te escapas en tu mundo de risas para ignorar a los que vivimos de lloros en las desgracias cuotidianas. ¿Cómo quieres que te cuente algo si sé que luego te pondrás a reír y me dirás que no es tan grave?
- Puede que porqué sé que no será tan grave.
- ¿Y cómo lo sabes? ¿Acaso las Moiras te han prestado su ojo para ver a través de mí?
- ¡Oh, Melpómene! ¡No te enfades, sólo quiero ayudarte! Claro que si mi presencia es molestia, siempre puedo llamar a alguna nuestras hermanas. Pero déjame decirte que si tu problema es que andas baja de ánimos, ¡nadie mejor que yo para alzarte el humor!
- No necesito de eso, gracias. Es algo tan… innecesario.
- Está bien, me retiro.
- ¡No, no! Espérate, quédate un rato más. Necesito charlar con alguien, y sólo estás tú por aquí.
- Claro, es que tú nunca sales. Deberías ir a dar una vuelta de vez en cuando.
- Cada vez que desciendo me encuentro con peores escenas; enfermedades, guerras, peleas, traiciones… Hombres que matan a su esposa, hijos que traicionan a sus padres, tíos que envenenan a sus propios sobrinos…Para contemplar tanta miseria, creo que estoy mejor aquí recluida. Al menos, aquí no hay dolor. O no tanto. Pero algo de conversación sí que es necesario a veces; el Parnaso puede ser tan solitario…
- Pero eso es porque te empeñas en ver la parte negativa de la vida, Melpómene. Piensa en las fiestas, en los niños corriendo y jugando, ¡en los amantes besándose! ¿Eso no te dan ganas de saltar y bailar?
- Tarde o temprano, las risas se transformarán en llanto.
- Y luego volverán a ser risas.
- Y luego llanto otra vez. ¿No ves, jovial Talía, que es un círculo vicioso?
- ¿Acaso tú no te entristeces cuando la gente llora? A mí se me encoge el corazón, y entonces doy lo mejor de mí misma para que vuelvan a soltar alegres carcajadas.
- No lo entiendes, jovial Talía, para variar. Yo soy feliz cuando ellos se lamentan, porque es mi naturaleza ser así. Y mi trabajo, también. Y es por culpa de esto que estoy así de gris; ya no lloran. Ahora sólo se enfadan, se maldicen, se matan, pero no lloran. Y sin sus lágrimas, yo me marchito y me vuelvo débil. Sí, ya sé lo que vas a decir: “¿Por qué no entras en sus casa y les das aquello que perdieron?”. No es tan fácil, jovial Talía, porque yo puedo inspirarles, pero no puedo arrancarles gemidos, ni infligirles dolor. Los escritores ya no quieren pensar nuevas tragedias, y las viejas ya sólo hacen reír al público.
- ¡Eso no es malo!
- No es malo para ti, mi querida hermana, pero para mí lo es.
Por primera vez, Talía permaneció silenciada durante un breve rato.
- La inspiración ya no funciona. ¿Será que hemos perdido poder?
- ¿Por qué dices tal cosa, hermana?
- Porque quizás tus problemas sean también los míos, mustia Melpómene.
- ¡Eso sí es una sorpresa! ¿Por qué deberías estar tú preocupada por la miseria de los humanos?
- Porque alegría y tristeza son equivalencia, al igual que día y noche, amor y odio, vida y muerte. Sin una no existe la otra.
- No es cierto; míralos. No tienen motivos para lamentarse, por lo cual ríen y ríen todo el rato, sin parar. ¿Acaso toda esta felicidad no te ensancha el corazón, al igual que a mí me lo oprime?
- Para nada. Sí, se ríen, pero al no haber lágrimas, su risa no es genuina. No es más que un seguido de sonidos deshilachados, sin sentido y sin emoción. Gritan, palmean, bailan, pero sus gestos no tienen ningún significado; no es comedia, es ausencia de tragedia. Fíjate bien, mustia Melpómene, porque en realidad, no asoman ni al borde de la felicidad.
- ¿Qué es, entonces, lo que sienten? Desde luego, no tristeza.
- Ni felicidad ni tristeza; restan vacíos.

1 comentari:

  1. LOVE IT♥
    Dels més ben escrits que he llegit per tu, m'agrada com ho fas anar tot plegat, la reflexió a què arribes, la relació que hi trobes entre desgràcies i alegria; a més a més, m'encanta això de que hagis fet servir personatges mitològics, això sí, compte amb la SGAE XD
    et faria un supercomentari però estic a classe de lit. universal (encara no m'ha arribat el llibre) & estudiant una fotocòpia de Filo, a més que estic semi adormida, així que... (:
    t'eestiimooTWIINluubiaa(:
    No cambiïs, sisplau, que m'encanten els teus textos i la persona que ets!

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