diumenge, 22 d’agost del 2010

6. Crim

Crimen.
(Del lat. crimen).
1. m. Delito grave.

Nélida estaba bastante segura que sus acciones no podían llegar a considerarse un delito grave. No era nada por lo que pudieran encarcelarla; ni siquiera llevarla a un juzgado. No había ninguna ley en contra, y sin embargo, era consciente de que si su secreto era descubierto, nunca nadie volvería a mirarla del mismo modo. ¿Confusión? ¿Repugnancia? ¿Miedo?
Pero esos sentimientos eran ahora nombres vacíos, sin sentido. Simplemente letras, una detrás de otra, en orden, para dar una determinada información. Nada más.
Su cuerpo en aquél instante se hallaba lejos, muy lejos de ese abismo negativo. Sumergida en un calorcito placentero, se limitaba a acariciar los labios de Bruno con los suyos, amándole la boca, besándose derramando mares.
Era el Paraíso.
Un Paraíso condenado.

3. m. Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.

No querían herir a nadie, pero ambos sabían que tarde o temprano surgirían problemas, y ellos, aquellos a quienes en el fondo debían todo, serían los peor parados. Entonces, entraban en arenas movedizas. ¿Era lo suyo realmente un crimen?

2. m. Acción indebida o reprensible.

En cuanto se habían conocido, se habían odiado. No es algo muy original, ya que aproximadamente la mitad de los romances empiezan así, pero es un hecho. La vida diaria no es un cuento que debe ser original y rompedor. La vida real es sosa y repetitiva hasta decir basta. O al menos, eso creía Nélida. Igual que lo hacía Bruno. Hasta que se encontraron.

Sería falso afirmar que Nélida sufrió en exceso por la muerte de su madre. De hecho, ni llegó a conocerla de verdad; su padre le había contado que un cáncer se la había llevado cuando apenas empezaban a disfrutar de ser padres. No le había dicho mucho más, ya que no le gustaba hablar de ese tema, pero gracias a un tío mórbido se había enterado de que había sido ella, una niña de apenas dos años, quién había encontrado el cuerpo tumbado en el sofá, en una última siesta. De eso, Nélida no se acordaba, y se había culpado varias veces por olvidar algo tan relevante, pero no era algo que le quitara el sueño. Había sucedido, y ya. Era algo triste, y tenía que aprender a convivir con ello.
Pero extrañamente no aplicaba la misma filosofía con su padre; por eso no pudo perdonarlo cuando, con una sonrisa algo forzada y sin mirarla a los ojos, le anunció que había encontrado otra mujer con la cual rehacer su vida. Una mujer que iba a vivir con ellos, y que tenía dos hijos. Claro que no iba a ser de repente, sino algo gradual, para que te acostumbres, cariño. Sé que esto es algo bastante duro para ti, pero entiende que yo también tengo derecho a seguir viviendo.
No lo entendió.

Bruno. Nélida había detestado cada una de las letras de su nombre, cada rasgo de de su rostro, cada objeto perteneciente a él. Lo sentía como un invasor dentro de su morada, su espacio vital. Con su hermano, el pequeño Guille, le sucedía lo mismo, pero no era tan exagerado porque el chaval apenas tenía trece años y se pasaba el día delante el televisor, matando bichos de tres cabezas dentro de la Play Station. Lo bueno es que el sentimiento era recíproco, porque en breve los Rabel se dieron cuenta de que no eran bienvenidos.
Los tres reaccionaron de formas distintas; la madre, intentando acercarse a esa chica tan silenciosa que siempre les contemplaba con los ojos de hielo. Le hablaba de cualquier tontería, detalles anecdóticos, lo que fuera por no sentir en el silencio el rechazo de su hijastra. Guille se encogió de hombros, y decidió que si no podía ser no era. Total, a él le importaba un pepino esa niña. Y Bruno se dedicó a devolverle todas y cada una de las miradas cortantes y las frases hirientes, pinchándose a la mínima ocasión, hasta el punto de que la tensión entre ambos era tan palpable que los progenitores decidieron intervenir: Nélida se llevó lo que más adelante denominó como ‘El Típico Rollo Autocompasivo’, en el cual su padre le pidió que dejara de ser tan egoísta y le permitiera tener una familia otra vez. Ella se tuvo que tragar las palabras que pugnaban por salir: "¿Acaso tú y yo no éramos una familia?"

Más adelante supo que su madrastra había insinuado a Bruno que si tantos problemas le causaba vivir en su nueva casa, que se buscara una, que ya era bastante mayorcito para mostrar ese comportamiento tan infantil. ¿Dónde se ha visto? Veinte años y todavía actuando como un crío.

Así que sustituyeron los breves insultos por silencios prolongados en los que buscaban desesperadamente ignorarse el uno a la otra. Fracasaron. La presencia del otro se hacía más notoria día tras día, semana tras semana. Y finalmente un día no aguantaron más. Sus padres, o a los que debían llamar así, habían salido a hacer unas compras llevándose a Guille con ellos, ocasión que aprovecharon Nélida y Bruno para desahogarse.
Se dijeron de todo; intentaron hacerse daño. No pudieron. El fuego que había entre ellos ardía, pero no en la dirección que deseaban, y antes de que el reloj diera las seis, ya estaban comiéndose a besos sobre el mullido sofá, haciendo el amor sobre el mismo, él tan moreno y ella tan pálida, sin llegar a decirse esas dos jodidas palabras básicamente por orgullo. Y por miedo a la derrota; ninguno quería admitir que había caído ante el otro.

- Te quiero. Te quiero. Te quiero. ¿Suena muy cursi?
- Sí.
- Ya. Te quiero.

Aunque eso fue sólo el principio. Habían pasado meses desde entonces; días y días solos, en casa, dedicándose a hablar sobre lo vivido e incluso lo que les quedaba por vivir. Hacían el amor, y hacían planes sobre lo que harían cuando Nélida cumpliese los dieciocho el próximo febrero. Se irían a vivir juntos, dónde nadie los conociera, dónde no tuvieran que esconderse.
Dónde lo suyo no fuera un crimen.


Nélida sonrió suavemente cuando sintió como Bruno le recogía el pelo detrás de la oreja y le besaba la mejilla. Era amor. Lo sabía, y aún así, su mente volvió al diccionario.

2. m. Acción indebida o reprensible.


La puerta de la habitación se abrió sorpresivamente, quitándoles todo margen de reacción. Sus padres aparecieron tras ella, encontrándose con sus hijos completamente desnudos, uno en brazos del otro.

Y sólo una palabra salió de sus labios.

crimen
(Del lat. crimen)

4 comentaris:

  1. ostres! com es nota que estàs enamorada Aina:)
    és molt bo, m'encanta com es va desarollant la trama... em recorda a un llibre que vaig llegir que també anava d'això, dos germanastres que s'enamoraven, però la teva història m'agrada més... també és genial la manera que tens d'anar lligant els significats de 'crimen' per cada tros de la història que escrius...
    tot i que personalment trobo injust que els culpin de res...no són germans ~
    i d'on has tret el nom de 'Nélida'? m'encanta! tot i que potser tenies raó tu i quedava més bé amb Lázaro que amb Bruno...
    en fi maca, sigue asín! xD
    petons(K)

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  2. Aiins! Quina mosnada! ¿A que em regales un Bruno per mii? *___* (sort que no li has posat Lázaro, pobre noi)
    Un PJ d'un intent de còmic que tinc por ahí també es diu Bruno! (véase dibu del nen espachurrable amb el gelat, però acaba sent un tio amb un cert afecte cap a les metralladores i borni xDDD)

    Germanastres enamorats...com l'Anna i en Nemo a Mr. Nobody! (podria veure aquesta peli mil vegades i no me'n cansaria... m'encanta!)
    També m'agrada això que fas d'anar lligant els significats amb la trama. Com s'et va acudir?

    : [adoració]:

    Per cert! Has canviat el títol del blog, no? Mola ^_^

    Baaaai~

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  3. D'adorador de gelat a adorador de metralletes... no hi ha camí ni res xDDDDDDD
    I lo dels significats... doncs mira, inspiració momentània xP I si volsun Bruno, tot teu, en tinc de més mosnosísimos per mi >W< XDDDDDDDDDD

    Twiiin! El nom ha sortit, per variar, de GOOGLE + NOMBRES ESPAÑOLES xD Ais, buda, que vaga que sóc xDDD El vaig agafar perquè em sonava a fred, i com Bruno sona a escalfor... :D Contraris!! :)
    See ya, en el pròxim!! (ens hem passat lo dels dos dies una mica pel forro, no? xD)

    P.D. Quin llibre, twin? Ö

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  4. M'encanta, m'encanta i m'encanta :):):)
    oooooooh!
    es tipo mister nobody ( per cert ja le recomenat)

    jo també vull un Bruno com a germanastre!
    (baba)

    I saw the last comentary in my blog! When the teacher read she'll see green apples!

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